Ñaco Goñi, blues con los colegas

Calentito y crujiente, recién salido del horno, llega a mis manos "Blues con los colegas II", último trabajo del incansable bluesman Ñaco Goñi, máximo representante del blues patrio, armonicista celestial donde los haya. Junto a su trabajo anterior, publicado en 2009, "Blues con los colegas", son ejemplares de inexcusable adquisición para cualquier discoteca blusera que se precie de serlo. Tanto su primer volumen como el segundo constituyen un extenso repaso por el blues en España, donde garantizamos que son todos los que están, aunque no están todos los que son, con lo que cabe esperar un tercer volumen.

Ñaco Goñi nace en 1967 y muy pronto comienza a interesarse por la música hasta que en 1981, con 14 añitos, decide coger el metro de Madrid para convertirse en escudero fiel del guitarrista Malcom Scarpa, tocando de vagón en vagón o en el pasillo de cualquier estación a cambio de las monedas que algún viajero deja caer sobre la funda de la guitarra. Durante las noches recorre los bares y clubes madrileños a cambio de pasar la gorra mientras va haciéndose un hueco en el aún incipiente entramado del blues madrileño de los 80. Durante esos años colabora con El Sonotone de Malcom y La Standart Banda, ambos grupos liderados por Malcom Scarpa. Ñaco participa en jam sessions junto a excelentes músicos como José Carlos Molina (Ñu), Toni de Juan (Coz), Ulises Montero (Gabinete Caligari) o José Mª Guzmán. En estas jam sessions conoce a un teclista escocés afincado desde los 60 en España, que se convertirá en una persona clave en su carrera: el tristemente desaparecido Whisky David. En los garitos del circuito de blues madrileño conoce a otro clásico bluesman del foro, Tonky de la Peña, quien le ficha como armonicista para su banda la Tonky Blues Band, quienes acompañan a grandes músicos del blues internacional como Johnny Mars, Michael Coleman, James Cotton, Kevin Ayers, Ollie Hansel o Johnny Copeland.

Ya en 1991 Ñaco Goñi abandona la Tonky Blues Band, volviendo a formar el intermitente dúo con Malcom Scarpa, formando el grupo The Jockers, con quienes graba algún disco como "“Doin’ our Kind” acompañados del gran guitarrista Francisco Simón, el batería Steve Jordan y Elvia Aguilar a los teclados. En esos años comparten escenario y festivales con primeras figuras como Lazy Lester, Louisiana Red, Carey Bell, Bernard Allison y Rick "Eureka" Jones.

En 1995 se pone punto final a esta etapa, y el inquieto Ñaco, con el veneno de los escenarios fluyendo por sus venas como buen bluesman, pone en marcha su nuevo grupo Los Bluescavidas junto al ex batería de la Tonky Blues Band Armando Marcé, Phineas Sánchez al bajo, Salva Carsi a la armónica y Óskar González y Kapo Alburquerque a las guitarras.

Ñaco Goñi es un reputado armonicista, muy solicitado tanto como músico de estudio como para directo. Ha participado en trabajos de Loquillo, Joaquín Sabina, Mermelada, Salvador Domínguez, Miguel Ríos, Javier Vargas y muchos otros protagonista del blues y el rock español, que le acompañan en las dos entregas de "Blues con los colegas". Ocupando el templo del blues madrileño Beethoven Blues Bar durante tres nocturnas blues sessions por las que han desfilado lo mejor y más granado del blues español, del que hemos dejado constancia en este post con algunos videos. Con el exiguo presupuesto que se ha manejado el resultado es excepcional, con un sonido limpio y nítido que nos teletransporta a  nuestros protagonistas directamente al salón de nuestra casa. Podemos disfrutar de Fede Aguado y Big Mama Montse, de Víctor Uris y Vicente Zúmel, de Joan Pau Cumellas a Kike Jambalaya, y así hasta 60 músicos en total los que participan en este trabajo dirigido por Ñaco Goñi, dedicado a su gran amigo del alma Whisky David, fallecido en abril del año pasado. Un trabajo hecho a base de carretera, escenario y blues, mucho blues.