martes, 17 de junio de 2008

El burlesque, ese noble arte

Hoy en la consulta está vetada la entrada a menores. Así que si queda algún niño despierto vendrá el coco y le comerá, ya que hoy vamos a hablar del burlesque. Para quienes no sepáis lo que es, os invito a que os quedéis a la sesión de hoy porque estoy seguro de que no os defraudará. Burlesque significa literalmente "imitación". El burlesque se compone de vaudeville, music hall, teatro, cabaret... sazonado con interpretaciones un tanto picantes, que fueron evolucionando desde mediados del siglo XIX hasta nuestros días, en los que ya actualmente el espectáculo se fundamenta principalmente en el strip tease de una bella señorita con el aspecto de una pin up de los 50, destilando inocente maldad.

El fenómeno pin up se dio en EE.UU. en las décadas de los 40 y 50 de la pasada centuria, en forma de posters y calendarios (muy utilizados en la época como soporte publicitario) para colgar en las paredes (to pin up), sobre todo para alegría visual de los soldados norteamericanos durante la II Guerra Mundial al colgarlos en sus taquillas. Hoy aún se pueden ver colgados en algún taller de barrio, aunque con unas chicas considerablemente más neumáticas, menos ingenuas y bastante más golfas. Recordemos que las pin ups eran dibujos de sugerentes y a la vez inocentes señoritas, generalmente en actitud de haber sido sorprendidas en algún momento un tanto comprometido. Poco a poco los dibujos fueron siendo sustituidos por fotografías, perdiendo parte de su encanto. Las propias pin ups fueron decantándose profesionalmente por el cine o como modelos.

Entre las pin up más conocidas están la gran Betty Page, Candy Barr, Jennie Lee o Tempest Storm. Esta chica de meteorológico nombre llegó a colgarse del brazo de Nat King Cole, Elvis Presley o de John F. Kennedy, ese auténtico atleta sexual que además llegó presidente de los EE.UU. Tempest llegó a asegurar su pechos por un millón de dólares de finales de los 50. Vamos, ni Ronaldo. Hoy, a sus ochentaytantos, aún sigue siendo contratada para actuar. Hay alguna actuación por ahí, pero no os vay a hacer pasar una mal trago. Vamos a verla en acción unas décadas antes y vamos a ver por qué la llamaban "The Fabulous 4-D Girl".

En los 90 se produjo un revival del burlesque con emergentes figuras del espectáculo como la para mí inigualable Dita Von Teese, auténtico icono del neo burlesque. Estuvo actuando en discotecas y clubs de mala muerte, consumiendo todo tipo de sustancias. Tantas que, según ella, se quedó sin tetas. Un amigo la sacó de allí y la llevó a un local de strip tease de Los Ángeles, donde invirtió el dinero que ganó en su herramienta de trabajo: sus pechos. Tras pasar por el quirófano, un ojeador de Playboy la vio actuar y se la presentó a Hugh Hefner, que la colocó en la mismísima portada de la revista. Es considerada un auténtico lince para los negocios, que gestiona ella personalmente, aunque algún error ha cometido, como casarse con el impresentable Marilyn Manson, relación que duraría menos que un sujetador sobre sus pechos. Entre sus frases más célebres destaco esta: "Los buenos modales están olvidados en América. Yo creo que es de mala educación andar por ahí con vaqueros rotos y sin peinar, con un Starbucks en la mano". Buena declaración de principios si eres la reina del glamour.

Para viajeros curiosos, en Las Vegas existe un Museo del burlesque fundado por la neumática Jenny Lee, llamado The Burlesque Hall of Fame. Para una visita virtual entrad en http://www.burlesquehall.com/. Y por si alguna de nuestras amigas del blog se anima, hay una escuela de burlesque en Nueva York, de la que os dejo el enlace. Seguro que merece la pena entrar en http://www.schoolofburlesque.com/, informarse y matricularse. Esperamos publicar vuestros progresos en nuestra blog-consulta.

A esta vuelta a la actualidad del burlesque ha contribuido notablemente el rockabilly y su estética de los 50, con vertientes un tanto más radicales y underground como el psychobilly. Como más claro ejemplo, tenemos en casa al interesante grupo Krakovia, y sobre todo a su lideresa Vinila Von Bismarck. Se define en su myspace como Dj, cantante, burlesque & fetish performer.

domingo, 8 de junio de 2008

Bo Diddley, The Beat Man


Otha Ellas Bates nació el 30 de diciembre de 1928 en McComb (Mississippi). Bo Diddley ha muerto el 4 de junio de 2008 en Archer (Florida). Entre medias se llamó Ellas McDaniel, al adoptar el apellido de su tía Gussie McDaniel, quien se hizo cargo de él yéndose en los años 30 a vivir a Chicago, cuna del rythm&blues, ya que nunca conoció a su madre.

Nació en el seno de una familia de aparceros, que trabajaban en una finca de McComb, en el suroeste de Mississipi. En McComb, cuna del Ku Klux Klan, se produjeron los episodios más sangrientos de violencia racial en los años 40 y 50. Hartos de ser pobres y además vivir con la constante amenaza de los racistas, pusieron rumbo a Chicago siguiendo la mítica ruta 61, como tantos otros negros en esa época, buscando trabajo en las fábricas.

De niño empezó a aprender a tocar de oído el sureño violín, pero al poco tiempo lo cambió por la guitarra, al escuchar ya en Chicago a sus grandes maestros Muddy Waters, Little Walter o John Lee Hooker. Montó su primera banda con cuatro amigos entre los que se encontraba Billy Boy Arnold a la armónica, comenzando a actuar por las esquinas de Chicago mientras trabajaba en diversos empleos, sobre todo en la construcción. Emprendió una efímera carrera como boxeador, tomando como nombre de batalla Bo Diddley, que le serviría también para pasar a la historia como auténtico pionero de rock&roll.

Fue un espíritu indomable, auténtico bluesman de los que van quedando pocos. Jamás se plegó a los mandatos de las discográficas. Por ejemplo, fue el primer negro que actuó en el prestigioso show de Ed Sullivan en 1955, del que fue vetado para la posteridad al interpretar uno de sus temas, y no una versión, que era lo pactado. Fue un desastre para los negocios. Jamás se preocupó por negociar sus actuaciones ya que desconfió de los managers, viéndose obligado en los 70 a vender los derechos de sus éxitos para saldar las deudas que le ahogaban. Siempre se sintió maltratado por la industria discográfica, lo que unido a su carácter rebelde le impidieron llegar a ser tan reconocido como contemporáneos suyos como Little Richard o Chuck Berry. No obstante, la calidad de sus temas y la originalidad de sus ritmos fueron premiadas con un lugar en el Rock&Roll Hall Of Fame, una estrella en el paseo de la Fama de Hollywood o el Grammy en 1999 como reconocimiento a su carrera. Además actuó en la Casa Blanca para George Bush Sr. y Bill Clinton, durante sus mandatos.

Editó más de 20 álbumes con el sello Chess hasta su desaparición en 1974. Su mayor esplendor fue durante los 60, en los que sacó bombazos como "Who do you love", "Road runner" o "Pretty thing".

Desde los 70 gira y gira por todo el planeta ganándose la vida cada noche sobre un escenario, como tantos otros bluesman, alimentando la leyenda del artista que vive por y para actuar, siempre en la carretera. Trabajó sin descanso para ganarse la vida hasta que el pasado año sufrió un infarto durante una gira por Iowa, del que no se terminó de recuperar. Bo Diddley ha sido y será uno de los artistas más influyentes de la historia de la música actual. Músicos como Elvis Presley, The Rolling Stones, The Yardbirds, The Animals, Bob Seger, Creedence Clearwater Revival, Eric Clapton o Jimi Hendrix versionaron sus temas. Otros como Willie Nile o Fito Cabrales le han homenajeado en alguna de sus canciones. Su estilo influyó decisivamente en el devenir del rock&roll, adoptando buena parte de sus características. Su guitarra de caja cuadrada, conocida como square-bodied, fue diseñada por él y la paseó por todo el mundo en sus conciertos. Os dejo una actuación en el Filmore interpretando mano a mano con Tom Petty su clásico "Mona".


Nunca superó el profundo rencor hacia la industria discográfica e incluso hacia sus compañeros músicos: “Copiaron todo lo que hice. Parece que nadie podía hacer algo propio, tenían que ponerle un poco de Bo Diddley”. Descansa en paz, amigo.

domingo, 1 de junio de 2008

Zydeco... ¡a bailar!

Como no solo de rythm&blues vive el hombre, hoy vengo a hablaros del zydeco, uno de los muchos afluentes que convergen en el gran río Mississipi, dando color, sabor y ritmo a la música de los pantanos. El zydeco se puede definir como aquella música cajún tocada por negros. Recordemos que los cajún eran inmigrantes franceses aposentados en las praderas de Luisiana desde 1800. Los instrumentos básicos para interpretar zydeco son el afrancesado acordeón y una humilde tabla de lavar, conocida como washboard o frottoir que se cuelga del pecho y sobre la que se frotan o rascan cucharas o instrumentos metálicos similares, a los que además se solían unir guitarras y violines. Los negros se unieron a la fiesta aportando los espirituales y sus ganas de bailar. De esta fusión de culturas francesa y africana nacieron los creoles o criollos, y sobre el escenario de tugurios de ciudades de legendarios nombres como Baton Rouge, Laffayette o Nueva Orleans comenzó a escucharse en los house dances una música alegre y de ritmo contagioso, bailada por los negros libres del Delta del Mississipi. Poco a poco se le fueron añadiendo influencias musicales de diversa procedencia, como los ritmos caribeños, el blues, el country y hasta polcas hasta constituirse el zydeco en la forma como lo disfrutamos hoy día, aunque sigue manteniendo el característico sabor de su origen profundamente rural.

Entre los principales intérpretes del zydeco están Clifton Chenier, Boozoo Chavis, la banda Buckwheat Zydeco y Beau Joque. Precisamente os presento a Beau Jocque, macroacordeonista de dos metros de altura y 120 Kg. Nació en 1953 en Louisiana y jamás le interesó la música. Tras ser militar norteamericano, guardia de seguridad e incluso escolta personal de Henry Kissinger regresó a su tierra a mediados de los 80 a trabajar como electricista. En un accidente laboral quedó paralizado de cintura para abajo durante 10 meses, comenzando a tocar el acordeón por un pique con su padre, que le aseguró que jamás aprendería a tocarlo. No solo aprendió sino que con su mujer tocando el washboard comenzaron a actuar profesionalmente por los garitos de Louisiana introduciendo ritmos modernos como el funk o el hip hop, además de utilizar en las letras temas como las drogas o las peleas entre bandas que tanto se alejaban del zydeco tradicional, tan alegre y festivo, lo que le costó cierto rechazo por parte de los partidarios de los elementos más puros del zydeco tradicional. El 10 de septiembre de 1999 falleció de un ataque al corazón mientras se duchaba, justo en el mejor momento de su carrera y seguramente también de su vida. Tenía 45 años. Que Dios le bendiga, ahora que está por ahí arriba dándole al acordeón...

Y ahora ¡todos a bailar!