sábado, 31 de enero de 2009

Lou Marini y Red House, unos granujas con mucho ritmo

Ha estado dándose una vuelta por los Madriles una auténtica leyenda del blues, el saxofonista Lou Marini, integrante de la fabulosa banda The Blues Brothers. Si alguno de vosotros no ha visto la legendaria película, le ruego abandone la consulta inmediatamente y acuda a la tienda más cercana, consiga una copia de "The Blues Brothers" y pase dos horas de buen blues, buen humor y mucho, mucho ritmo. Al menos, ved el trailer de la película para ir calentando.



Lou Marini es un tipo culto. Estudió en la Universidad de North Texas, mientras a la vez participaba en la One O'Clock Lab Band. Se hizo músico profesional y se integró en el grupo Blood, Sweat and Tears. El paso adelante en su carrera lo dió al entrar en la Saturday Night Live House Band, que comenzó amenizando como número cómico-musical el conocido programa de televisión de las noches del sábado norteamericanas entre 1975 y 1983, y se convirtió en una de las más legendarias bandas de rythm&blues de todos los tiempos. Formaban parte músicos impresionantes como Steve Cropper a la guitarra y Donald "Duck" Dunn al bajo (miembros de Booker T & The MG's, una de los más grandes grupos de rythm&blues), el bluesman Math «Guitar» Murphy a la guitarra (acompañante habitual de Koko Taylor y Memphis Slim), Steve Jordan a la batería, Paul Shaffer a los teclados, Alan Rubin a la trompeta, Tom Malone al trombón, Tom Scott a los saxos alto y tenor, John Belushi y Dan Aykroyd a las voces y Lou Marini al saxo. La banda se hizo acompañar en ocasiones de los blueseros Roomfull of Blues. Mirad esta actuación con el excéntrico y genial soulman Rufus Thomas, al que la Blues Brothers Band acompaña en su "Walking the dog" en 1988. Gran solo de Lou Marini.



Lou Marini ha colaborado con gente de la categoría de Dionne Warwick, Steely Dan, James Taylor, Aerosmith, Stevie Wonder, Eric Clapton o Frank Zappa. Además, también ha editado discos en solitario y se encuentra en permanente gira por cualquier rincón del mundo donde se requiera su presencia. Como os decía, ha estado actuando en el madrileño y querido Café Central, acompañado de la probablemente mejor banda española de blues: los madrileños Red House, banda liderada a la par por Francisco Simón y Jeff Spinoza. Red House son la esencia de aquella banda que, como The Blues Brothers, amenizaba el programa Caiga quien caiga, con Reverendo a los teclados y la dirección musical. Ambos formaron parte de The Flying Gallardos, hasta que formaron banda propia con la que han editado ya cuatro discos. Están en permanente gira y podréis disfrutar de ellos en directo cerca de vuestra ciudad en solitario o como side band de cualquier rutilante estrella del blues que se acerque por la piel de toro. Además, son habituales profesores de los cursos de técnica de blues que cada año se imparten en Béjar. Este video refleja la esencia de este grupo: actuación en local pequeño, cercanos al público y en una interpretación llena de fuerza y técnica al 50%. Red House y el clásico "Cocaine".



Sobre la película "Granujas a todo ritmo" solo puedo decir que la veáis y que disfrutéis de las locas peripecias de dos ex presidiarios para conseguir el dinero suficiente para que no se tenga que cerrar el orfanato donde nacieron, el único hogar que han conocido. Deciden dar un gran concierto para recaudar el dinero que salve el orfanato. La película está llena de actuaciones, como las de Aretha Franklin, Ray Charles, James Brown o John Lee Hooker, y de anécdotas y guiños. Por ejemplo, el funcionario que al final de la película recoge el dinero para el orfanato el Steven Spielberg, sin barba, y su nombre es el último que aparece en los títulos de crédito. También, fijaos que cada vez que sale la ventana de la casa de Elwood en ese momento pasa un tren. Además, en el puente donde los Blues Brothers esconden su coche hay una pintada que dice "John -corazón- Debbie", como declaración de amor del director John Landis a su esposa Deborah. Y "Granujas a todo ritmo" tiene el record Guiness de coches estrellados en un film. Para terminar, os dejo la intervención de John Lee Hooker en la película interpretando su legendario "Boom, boom", que no sé por qué, no está recogida en la banda sonora. ¡A bailar!




miércoles, 28 de enero de 2009

Un año sin Ángel González

Hace ya un año que Ángel González nos dejó, como cada septiembre desde aquel 1972, cuando comenzaba de nuevo el curso académico y abandonaba su Madrid partiendo hacia Alburquerque (Estados Unidos) donde impartía clases de Literatura Española Contemporánea en la Universidad, ¡qué lujo! A lo largo de este oscuro 2008 perdimos la presencia casi paternal del poeta, dejándonos a la deriva. Se fue de la misma manera en que "El otoño se acerca":

"Se diría que aquí no pasa nada,
pero un silencio súbito ilumina el prodigio:
ha pasado
un ángel
que se llamaba luz, o fuego, o vida,
y lo perdimos para siempre".

Ángel González pertenece al grupo de la denominada Generación del 50. Es una generación en la que prevalece la temática social, pero aderezada de lirismo, de un lenguaje muy cuidado, pero sencillo y casi coloquial, muy cercano, heredado directamente de la genial Generación del 27. También recuperan temas que parecóan olvidados en los poetas de la posguerra como la metafísica y las preocupaciones existenciales. El precursor de este grupo generacional fue José Hierro. A éste le siguieron el zamorano Claudio Rodríguez, José Agustín Goytisolo, Antonio Gamoneda, José Caballero Bonald o Jaime Gil de Biedma.

Solo puedo subrayar las palabras que Joaquín Sabina le dedicó en su entierro. “Ojalá los españoles se enteren, los que no se enteraron antes, de que este señor era un poeta en carne viva y uno de los seres humanos más dignos, decentes y ejemplares que han existido. He perdido a un maestro, a un padre, a un hermano, a un amigo, a un guía, a un ejemplo,… y, desde luego, a un poeta digno de que mañana se acaben todas sus existencias en las librerías.

¡Bendito sea Angel González!”

sábado, 24 de enero de 2009

Dylan y el gospel, en perfecta comunión

Asisto con cierta curiosidad desde el distante balconcillo que me proporciona mi postura liberal al debate que se está montando por la campaña publicitaria que han contratado algunas asociaciones de ateos y librepensadores para exhibir en autobuses de nuestras ciudades el mensaje "Probablemente Dios no existe. Deja de preocuparte y disfruta la vida". En el caso de los autobuses barceloneses el mensaje será bilingüe, lo cual me resulta cuando menos sorprendente, ya que en otros casos se persigue y se sanciona al comerciante que libremente decide ofertar sus productos y servicios en el idioma oficial, o no se permite a los niños ser educados en el idioma oficial. ¡Ay, Dios!

"La mala noticia es que Dios no existe. La buena, es que no es necesario". Este es el mensaje que vestirán en la católica Italia los autobuses de la shakespeariana ciudad de Génova a partir del 4 de febrero si es que la Unión de Ateos y Agnósticos Racionalistas de Italia consiguen recaudar el dinero necesario para afrontar esta campaña. También una congregación evangélica en Madrid está reuniendo pasta para publicitar en autobuses lo contrario, que Dios sí que existe. ¡Ay, dinero, dinero...! ¡Este sí que nos preocupa y no Dios! Por otra parte, pienso que si Dios no existe y además no es necesario, ¿para qué montar todo este carajal y este gasto en publicidad con más de 3 millones de parados? ¡Ay, Dios!

Dios y los grandes dinosaurios del rock han estado íntimamente relacionados, desde Elvis a B.B. King, de Jerry Lee Lewis a Little Richard, de Aretha Franklin a George Harrison. Todos ellos grabaron en algún momento canciones con sentido religioso, movidos probablemente por las ganas de expiar pecadillos de juventud.

Precisamente en estos días ha caído en mis manos un disco que hacía tiempo que buscaba. Se trata del homenaje que el mundo del gospel le rindió a Bob Dylan: "Gotta serve somebody". El gran Bob Dylan protagonizó una de las conversiones más sonadas de la historia de la música, abandonando el judaísmo y abrazando el cristianismo, lo cual le trajo no pocas críticas, la mayoría de los progres que le adulaban poco tiempo atrás, unos cayendo al vacío del ateísmo, y otros desbordados por las creencias orientales como el Hare Krishna y el hinduismo.

Bob Dylan nació en una familia judía, y fue educado en el judaísmo hasta bien entrada la adolescencia. Quizá por ello aparecen tantas y tantas referencia bíblicas en sus canciones. En 1978 Dylan pasaba por momentos emocionalmente difíciles, tras la separación de su mujer Sarah. Cuenta que un día Jesús le dio unos golpes en el hombro y le dijo: "Bob ¿por que te resistes a mi?". Dylan contestó: "no me estoy resistiendo". "¿Vas a seguirme?". "Bueno, no lo había pensado". (Bob Dylan al público en un concierto de Mayo de 1980). Y así empezó todo. Otros cuentan que un fan le lanzó un crucifijo de plata y que al recogerlo del suelo del escenario sintió como Jesús le llamaba. También tuvo algo que ver su lío con la actriz negra Mary Alice Artes, a la que dedicó su magnífico "Precious angel" ("Ángel precioso bajo el sol, ¿como iba yo a saber que serías tu la que me mostrara mi ceguera, mi descarrío, lo frágiles que eran los cimientos sobre los que me hallaba?).

De la lectura de la Biblia y de la nueva espiritualidad de Dylan, apareció como fruto el espléndido para mí, lamentable para muchos, "Slow train coming", con un joven Mark Knopfler a la guitarra y un coro gospel arropándole. Los conciertos comenzaban con un coro gospel compuesto por Regina Havis, Mona Lisa, Clyde King, Mary Bridges y Gwen Evans, que luego seguían como coro durante el concierto. El último disco de temática netamente religiosa fue el mediocre "Saved". Aquellos años se recogen en el interesante documental "Bob Dylan 1975-1981 Rolling Thunder & The Gospel Years". Ved el trailer.



Estos dos discos escondían auténticas joyas gospel que, seguramente interpretados por Dylan, perdían mucha intensidad. El desfile de figuras del gospel en este magnífico "Gotta serve somebody" es inigualable: The Mighty Clouds of Joy, The Fairfield Four, el coro multitudinario del Chicago Mass Choir y la escueta puesta en escena de Rance Allen únicamente acompañada por un órgano. El disco termina con un ensayo de Dylan y su banda, cuando alguien entra en el estudio. Es la sacerdotisa del gospel Mavis Staples, gran amiga de Bob Dylan. Intercambian bromas y chanzas y arremeten con una vibrante versión a dúo del “Gonna change my way of thinking”. Saboread el trailer de presentación de este disco. Después buscaréis este disco por los los lugares más recónditos hasta que lo escuchéis con delectación. Seguro que encontraréis significado a vuestra vida.

Qué queréis que os diga. Después de escuchar este disco me siento un poco más creyente y más arropado por alguien que está muy por encima de todos nosotros, simples seres terrenales. Y para sentir esto no me hace falta que nadie me recuerde si Dios existe o no cuando me suba al autobús. Mientras tanto, que nadie se preocupe, que seguiré sin preocuparme. Mientras tanto, seguiré disfrutando de la vida. Luis Buñuel dijo "gracias a Dios, soy ateo". Al final, va a resultar que los ateos son los que más se preocupan de Dios... Que Dios os bendiga a todos, creyentes o no.

domingo, 18 de enero de 2009

Odetta, la voz de los derechos civiles

Ha muerto Odetta. En España no es muy conocida pero hay que considerarla influencia fundamental en músicos de la talla de Bob Dylan, Pete Seeger, Joan Baez, Janis Joplin, Bruce Springsteen o Tracy Chapman. Con aspecto de diosa del soul, realmente fue una folk singer defensora de los derechos civiles en la convulsa norteamérica de los 60. El propio Martin Luther King la calificó de “reina de la música folk". Odetta Holmes nació en Alabama el último día de 1930, en plena Gran Depresión americana. Su familia se trasladó pronto a Los Angeles. Allí estudió música clásica e interpretación, pero rápidamente descubrió a los obreros y esclavos libres que llegaban desde el profundo sur y se dio cuenta de que lo suyo era la música popular y reivindicativa. Escuchadla interpretando "Water boy", una work song típica de las plantaciones de algodón sureñas.

En 1953 llegó a Nueva York con el único objetivo de entrar en el mítico club de música folk Blue Angel. Allí conoció a Pete Seeger, quien la apadrinó para que grabase su primer disco: "The tin angel". Durante los 60 grabó 16 discos, todo un record. Bob Dylan declaró: "Lo que me llevó a cantar folk fue Odetta". Joan Báez dijo de ella: "Fue una de las personas que realmente me hizo entender la música folk. Era mi heroína y fue mi amiga".

Uno de los grandes hitos fue su intervención en agosto 1963 al frente de la Civil Rights March en Washington en defensa de los derechos civiles, en la que Martin Luther King "tuvo un sueño", quizá hecho realidad 46 años después. Poco después fue asesinado. Odetta interpretó "Oh freedom". Entonces, Rosa Parks (aquella mujer negra que se negó a ceder su asiento a un blanco en el autobús) declaró: "Todas las canciones de Odetta son las que mejor nos representan". También cantó ante John F. Kennedy, sin morderse la lengua: “Cuando encuentras una piedra en el camino puedes dejarla donde está y morir, o insistir, dejando la vida en ello, en removerla del camino”. Ese mismo año actuó en el Festival de Newport. Este breve video corresponde a aquella actuación.

Pese a no estar del todo bien, en la última década nos dejó tres nuevos trabajos: "Livin' with the blues", "Looking for a home" y "Gonna let it shine", quedando finalista en los Grammy el año pasado. Tenía previsto actuar en la toma de posesión de Barack Obama, primer presidente negro de los Estados Unidos, pero no podrá ser. Esta es su última aparición, en silla de ruedas y entonando a capella "Glory Halleluja" en la Catedral de Saint John the Divine de Nueva York, en abril de 2008. God bless you, Odetta.

lunes, 5 de enero de 2009

Los Secretos y las guitarras Rickenbaker


El pasado 10 de octubre estuvimos celebrando los 30 años de Los Secretos en forma de concierto en la madrileña plaza de Las Ventas con un largo y emocionado repaso a toda su obra. 18.000 amigos reunidos para revivir la banda sonora de nuestra vida.

Los Secretos es un grupo irrepetible, fiel a su sonido desde el primer día, marcado por la melancolía, el sonido de guitarra y el buen gusto. Allá por los 70, en el hogar de los Urquijo del barrio de Argüelles existían dos cosas que marcaron la vida de los hermanos Urquijo: un equipo de música (en aquella época un tesoro) y una guitarra que una vez trajo su padre, gran aficionado al jazz de Duke Ellington y al ragtime. Pronto comenzaron a sacar acordes para acompañar las canciones de Dylan, Crosby, Stills & Nash o Jackson Browne. Javier, Enrique, Álvaro y su amigo José Enrique Cano "Canito" formaron Tos en 1978. Un grupo presidido por la moderación y el clasicismo melódico, tan alejado del histrionismo y la exageración que dictaba la moda que borboteaba en el Madrid de finales de los 70, fueron designados como estandarte de la movida madrileña (de la que algún día hablaremos) al considerar unánimemente como acta fundacional de la misma el concierto "Homenaje a Canito" en la Escuela de Ingenieros de Caminos de la Universidad Complutense el 9 de febrero de 1980, tras fallecer atropellado su batería José Enrique Cano en la nochevieja de 1979. Allí estuvieron sus amigos Nacha Pop, Trastos, los Paraíso de Fernando Márquez "el Zurdo", Alaska y los Pegamoides, los Mamá de José María Granados, los rockabilly Mario Tenia y los Solitarios y los rythm&bluseros Mermelada, con un jovencísimo Javier Teixidor al frente. A Tos los acompañó a la batería el de Mario Tenia, supliendo a Canito. Estos son Los Secretos hace 30 años, los que celebramos ahora en aquel histórico concierto


A Canito le sustituyó Pedro J. Díaz a la batería, poniendo también la voz en alguna canción como "Niño mimado". A partir de ahí el éxito les sonríe, pero de forma proporcional se van hundiendo en el mundo de las drogas. Además, Pedro fallece en otro accidente de tráfico y Javier Urquijo les abandona. Dos años después Enrique y Álvaro levantan cabeza y refundan el grupo con Nacho Lles al bajo, el fabuloso guitarrista Ramón Arroyo y Steve Jordan a la batería, dándole un aire country en el que se sienten a gusto, y eso lo transmiten al público en su mini LP "El primer cruce". Viven sus mejores años hasta 1999, en que una lluviosa madrugada nos enteramos de la miserable muerte por sobredosis de Enrique Urquijo en un portal de Malasaña, a donde acudió a por su dosis letal. Cuando parecía que sin la personalidad de Enrique y sus tristes canciones llegaba el fin de Los Secretos, Álvaro se echó el grupo a la espalda, con Ramón y Jesús, e incorporando al teclista Jesús Redondo, firmando discos maravillosos, como "Solo para escuchar" o "Una y mil veces".


Si hay algo que ha caracterizado el sonido de Los Secretos durante estos 30 años ha sido el sonido de sus guitarras, especialmente la Rickenbacker de 12 cuerdas, que aporta ese sonido brillante y como amplificado, sin el cual el comienzo de "Déjame" jamás hubiera sonado así. En un principio esta fabulosa guitarra se llamó Rickenbacher, en honor al fundador de la empresa, Adolf Rickenbacher. Se cambió a Rickenbacker para evitar que tuviese cierto eco alemán durante la II Guerra Mundial, ya que combinado con Adolf, la cosa quedaba un poco sospechosa.

Un jovenzuelo llamado John Lennon compró en Hamburgo en 1960 una de ellas, un modelo 325 Capri, y no sabía que esto iba a cambiar la historia de su vida y la de la empresa Rickenbacker, ya que comenzó a utilizarla habitualmente durante los primeros años de The Beatles, convirtiendose en un asiduo de esta guitarra durante toda su carrera. George Harrison compró una Rickenbacker en 1963, y la propia factoría Rickenbacker le regaló el segundo ejemplar que se fabricó del modelo 360/12, de doce cuerdas. El sonido que despliegan las doce cuerdas le dieron una brillantez muy especial al disco "A Hard Day's Night", que fue grabado con esta guitarra en manos de Harrison en su totalidad.

Este sonido, denominado 12 string rick sound, influyó el el rock británico de los 60, haciendo adeptos en músicos de la talla de Pete Townsend (The Who), Jimmy Page (Led Zeppelin) o Roger McGuinn (The Byrds). En los 70 y 80 las guitarras Rickenbacker perdieron importancia en favor de instrumentos electrónicos, pero en los 90 comenzaron a resurgir de nuevo a renacer el gusto por las guitarras de grupos como U2 o R.E.M. o en general el movimiento grunge con Pearl Jam o Radiohead.

En España grupos tan fabulosos como Los Pasos (con el gran Joaquín Torres como auténtico pionero de la guitarra de 12 cuerdas en España) o Los Brincos le sacaron mucho jugo, aunque su mezcla de técnica y talento pasó desapercibida en aquellos felices 60 en los que nadie se fijaba si la guitarra que tocaban eran de 6 o de 12 cuerdas. Hoy destaca Juan Aguirre, de Amaral como usuario habitual de las 12 cuerdas. Para más información sobre estas guitarras visitad su web http://www.rickenbacker.com/.

Mientras tanto, aquí siguen Los Secretos. Por lo menos 30 años más, y los que vengan. Ahora, el escenario es de los más grandes: Los Secretos.

jueves, 1 de enero de 2009

Freddie Hubbard, el silencio de un gran trompetista

El penúltimo día de este 2008 nos ha dejado el gran trompetista Freddie Hubbard, uno de los más grandes del jazz de todos los tiempos, seguramente eclipsado por el genio insuperable de Miles Davis. Este mismo 2008 había publicado un gran trabajo, " On the real side", celebrando sus 70 años recién cumplidos. Acompañó a los mejores, desde John Coltrane a Ornette Coleman, de Quincy Jones a Dexter Gordon, de Sonny Rollins a Art Blakey. Fue un escudero de lujo hasta que en los 70 formó su propio quinteto, firmando obras maestras como "Straight life" o el maravilloso "First light". En los 80 no se le perdonó por parte de los más puristas sus escarceos con el funk y otros ritmos comerciales, perdiendo el título de sucesor de Miles Davis. Desde mediados de los 90 sus entregas caían gota a gota debido a un problema en sus labios que le impedían soplar a tope su trompeta. El mes pasado sufrió un ataque al corazón, que no ha podido superar. Ha sido quizás la última gran pérdida de este 2008. Que 2009 sea mejor para todos, queridos amigos. Brindemos por 2009 con el gran Freddie Hubbard a la trompeta interpretando "I remember Clifford" con la Art Blakey & The All Star Jazz Messengers (mensajeros de la talla inigualable de Benny Golson, Curtis Fuller, Walter Davis Jr. y Buster Williams). Nosotros te recordaremos siempre , Freddie.