lunes, 5 de diciembre de 2011

John Lee Hooker, el rey del boogie (2ª parte)


A finales de los 50, John Lee Hooker encuentra un nicho de seguidores entusiastas entre el público blanco, que comienza a apreciar el blues más tradicional, al estilo rural del delta del Mississipi. Forja un estilo muy peculiar, inimitable, único, de un folk en el que cuenta historias prescindiendo de rimas, con su guitarra acústica y siguiendo el ritmo con el pie, que marcó a toda una generación de músicos como Bob Dylan, que fue su telonero en Nueva York en 1960. A principios de los 60 cruza el Atlántico hacia las islas británicas siguiendo la estela de otros bluesmen como Muddy Waters o Howlin' Wolf, marcando a toda una generación de músicos británicos como Keith Richards, Charlie Watts, Eric Clapton, The Yardbirds o The Animals, entre otros muchos. Graba discos como "Black snake" (1959), "Wednesday evening blues" (1960) o "Birmingham blues" (1963), que le reporta gran prestigio a ambos lados del Atlántico. Los jóvenes bluesmen británicos le aceptaron como padre espiritual y le admiraron hasta el final. No os perdáis esta actuación de John Lee Hooker junto a The Rolling Stones y Eric Clapton en 1989.

No solo ejerce una gran influencia entre los folkies norteamericanos y las bandas rythm&blues británicas, sino que también sienta cátedra entre jóvenes bandas sureñas como ZZ Top o Canned Heat, con quien edita en 1970 el trabajo "Hooker'n'Heat", un disco con el embrujo de la voz y la guitarra de John Lee Hooker, acompañado por el entusiasmo y buen hacer de los jóvenes Canned Heat, en el momento cumbre de su carrera. Un álbum que emana efluvios de blues a borbotones.

Durante los 70 gira y gira sin parar, sin dejar de grabar y colaborar con otros músicos como su gran amigo Carlos Santana o Van Morrison. En 1980 protagoniza una escena de la película "The Blues Brothers", interpretando "Boom boom" en pleno Maxwell Street Market de Chicago en riguroso directo, al contrario de utilizar el playback, como era habitual en la época.


Ya en 1989 se produce el punto de inflexión en su carrera, un tanto tardío, con la publicación de su disco "The healer", rodeado de lo mejor y más granado del universo del blues. Grandes estrellas del blues de los 80 como Bonnie Raitt, Robert Cray, George Thorogood, el gran armonicista Charlie Musselwhite o el consagrado Carlos Santana le arropan en este disco. Con este trabajo consiguió un premio Grammy y el reconocimiento del gran público, consagrándole por fin, después de décadas de incansable trabajo, como una de las grandes estrellas del blues de todos los tiempos. Tenía 72 años y por fin el éxito le sonreía. Este es el video oficial de "The healer", junto a su fiel amigo Carlos Santana.


Desde el gran espaldarazo de "The healer" publica cinco trabajos más hasta 1998. De ellos me quedo con el maravilloso "Chill out", una cálida colección de canciones con un inconfundible estilo sureño. De todas ellas me quedo con la que da título a disco, "Chill out", acompañado a la guitarra nuevamente por Carlos Santana.


Falleció el 21 de junio de 2001 mientras dormía en su casa de San Francisco, un par de días después de dar su último concierto. Fue uno de los grandes bluesmen de la historia, con un estilo personal e irrepetible a caballo entre el folk y el blues. Sus canciones han sido versionadas por reconocidos artistas como Led Zeppelin, Tom Jones en su fantástico último disco, Jimi Hendrix, AC DC, The Doors, The White Stripes, Eric Clapton y una lista interminable. Su música fue utilizada por Steven Spielberg al narrar la dura vida del sur el "El color púrpura" o en el thriller "The Hot Spot", en el que completa una banda sonora excepcional en un mano a mano con Miles Davis. Como dijo el propio Hooker "nadie podrá ocupar mi lugar. Mi legado quedará en los discos". Te seguiremos escuchando, bluesman.

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