Cuando Ray Charles sucumbió a los jugosos contratos que le ofrecieron las grandes compañías, abandonando Atlantic, Wexler sacó otro as de la manga: el grandioso Solomon Burke. Se le conoció como el rey del rock'n'soul, pero el principal valor de Burke fue y sigue siendo aunar sabiamente el blues, el soul, el country, y saber pasar de las melodías más románticas del soul al ritmo endiablado del rock&roll o al sentimiento del gospel. De Solomon Burke guardo el mejor de los recuerdos, cuando en el Festival Viajazz de Villalba de 2003 el mismísimo Mr. Burke envió a uno de sus asistentes con una rosa roja que le entregó a mi mujer, en aquel entonces embarazada de mi hija Mónica. Fue un concierto impresionante, de los mejores a los que he asistido, con el gran Solomon Burke sentado todo el concierto en un sillón, porque sus piernas no resisten ya su inmensa humanidad. Por cierto, el concierto fue interrumpido para anunciarnos el fallecimiento de Barry White. Para mí, su disco de 2002 "Don't give up on me" me parece uno de los mejores que jamás haya escuchado, en el que interpreta canciones inéditas de leyendas del calibre de Elvis Costello, Bob Dylan, Van Morrison, Tom Waits o Brian Wilson. Deleitaos con este "None of us are free", extraído de este disco, acompañado de otras grandes leyendas del sur de los EE.UU.: The Blind Boys Of Alabama. Difícil de superar.
Produjo trabajos de artistas de la talla de Etta James, Wilson Pickett, Percy Sledge (su almibarado "When a man loves a woman"), Dire Straits ("Communiquè"), Bob Dylan ("Slow train coming") o Led Zeppelin. Merece mención aparte su colaboración con Aretha Franklin, a la que fichó para Atlantic en 1966 después de estar malgastando su talento grabando para Columbia cancioncillas familiares para blancos. Superdotada pero a la vez peligrosamente ciclotímica, esta hija de un pastor que comenzó cantando gospel en la iglesia de su padre. Wexler la sumergió en sus más hondas y negras raíces, hasta llegar a convertirla en Lady Soul. La consiguió sesiones de estudio con músicos de primera fila como Clapton o Duane Allman. Aretha Franklin se convirtió en el máximo exponente del estilo creado por Wexler: el rythm&blues. Lo demuestra en temazos como "I never loved a man", "Baby I love you" o "Chain of fools", mezclando soul, gospel, blues, pop y rock. "Respect", del gran Otis Redding, es una muestra más del talento de Wexler.
"Jerry representó una rara combinación de creatividad, inteligencia, sabiduría, sensibilidad artística y espíritu empresarial en la evolución de Atlantic, que pasó de ser un pequeño sello independiente para convertirse en un gigante de la industria", dijo la empresa en un comunicado. Descanse en paz, maestro.
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