Como actividad paralela y realmente original el festival nos ofrece la proyección de una película previa a cada concierto, y aquí es donde la organización ha acertado de pleno. Nos ofrecen en primer lugar nada más y nada menos que "Anatomía de un asesinato", dirigida en 1959 por Otto Preminger y protagonizada por James Stewart y Lee Remick, en un thriller jurídico extraordinario. Nos narra el juicio de un asesinato cometido en un tranquilo pueblo norteamericano. El abogado defensor, casi retirado y dedicado a la pesca y a tocar jazz al piano desde que no fue nombrado fiscal. Su ayudante, un abogado jubilado, perdedor y borrachín sin remedio, le anima a aceptar el caso. Y por si todos estos ingredientes fueran pocos la música la pone Duke Ellington, en la que realiza algún cameo. Duke Ellington llegó al comenzar el rodaje y estuvo en él, respirando el ambiente que se creaba para ir componiendo la música a la medida que se rodaban las escenas. No os perdáis esta joya del cine de todos los tiempos.
Otra de las películas elegidas es "Jazz on a Summer's Day". Se estrenó en 1960 y tiene formato de documental sobre el Festival de Jazz de Newport de 1958. Fue dirigido por el fotógrafo de moda Bert Stern y el director de cine Aram Avakian. Gran documento gráfico que nos brinda la oportunidad de revivir la década dorada del jazz, con músicos como Sonny Stitt, Thelonius Monk, Max Roach, la vocalista Anita O’Day, mi admirada Dinah Washington, la gran diosa del gospel Mahalia Jackson, Chuck Berry o Louis Armstrong. Si tenéis oportunidad de verla, no la dejéis pasar de largo. No os defraudará.
Y el festival se cierra con otro gran clásico de la era moderna para los amantes del jazz: "Bird", de Clint Eastwood, en la que nos cuenta la breve pero trepidante vida del grandioso saxofonista Charlie Parker, conocido como Bird en los ambientes. Clint Eastwood nos muestra con gran rigor y crudeza la vida de un músico único y genial que arruina su vida por su adicción a las drogas. Forest Whitaker borda el complicado papel protagonista, en una excelente interpretación. El crítico Carlos Boyero publicó en su crítica en el diario El Mundo: "Intensa, trágica y profundamente jazzística (...) La mejor película que se ha hecho nunca sobre el jazz".
Cine y jazz, la perfecta combinación, la que nunca falla.
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